05 noviembre, 2011

Crono

El hombre y el que parecía su hijo estaban parados enfrente de Saturno devorando a un hijo, de Goya. Por algún motivo me enterneció ver a aquel señor hablando de arte con el niño, explicándole los matices del cuadro, las intenciones del pintor, sus circunstancias y sus ideas, la atmósfera que rodeaba a la pintura.
Supongo que por eso me fui acercando poco a poco hasta ellos, aunque resultara entrometido. Igual fue también por intentar aprender algo.
- Tal vez sea una pintura demasiado retorcida para un niño. – me comentó el hombre con espontánea complicidad. Complicidad artística, me imagino. Nosotros, amigos del arte, etcétera.
- ¿Es su hijo?
- Sí.
- Entonces tal vez sí que lo sea, sí. Retorcida, y demás.
- Pero creo que es bueno que las conozca, que se empape de todos los rincones posibles que hay en el mundo del arte. Opino que no hay que excluir nada, y menos por ser menor. Me privaron de muchas cosas en mi infancia. No quiero repetir el error.
- Ya. Oiga. ¿Qué está haciendo el niño?
La pregunta se respondía sola, en realidad. El crío mordía a dentelladas nada despreciables el gemelo de su padre, que se encogió de hombros con mucha parsimonia. Tal vez dejándose en manos de lo inevitable, o pensando cómo explicar el próximo cuadro.
- Creo que guerra preventiva.

Texto: "El hombre de Alabama"

7 comentarios:

  1. Interesante punto de vista. La mejor defensa es un buen ataque.
    Si no, que se lo cuenten a los próceres mundiales.
    Bienvenido a La Esfera, Hombre de Alabama

    ResponderEliminar
  2. Curioso final, una lección que te hace pensar si realmente tus decisiones son las correctas, por mucho que estés convencido de ello. Me ha gustado Hombre de Alabama

    ResponderEliminar
  3. Está muy bien contado. El padre cumple su papel. El hijo lo interpreta

    ResponderEliminar
  4. Genial el final, y todo el mensaje del texto, en general. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  5. El hombre de Alabama, bienvenido a La Esfera.
    Tu literatura nos trae aire fresco.
    Una forma de narrar con vigor. Te seguiremos

    ResponderEliminar
  6. Muy buen final, tras una reflexión interesante.
    Reconozcamos algo, en todo caso, el niño entendió bien el cuadro.

    ResponderEliminar
  7. Estoy de acuerdo con el padre y con el hijo. Uno tiene que mostrar todo, ellos lo asimilan a su modo. Muy bueno.
    Besos, ¿hasta Alabama,jaja?

    ResponderEliminar

Gracias por contribuir con tus comentarios y tu punto de vista.

Los componentes de La Esfera te saludan y esperan verte a menudo por aquí.

Ésta es tu casa.