03 abril, 2012

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Yo más. Esa era la frase favorita de mi hermano. Cuando mamá nos servía la sopa, él sorbía las cucharadas al doble de velocidad para poder repetir:
-Yo más, mamá, yo quiero más.
Si papá nos llevaba a ver el partido de fútbol del equipo del barrio, él se soltaba de su mano y se encaramaba a la barandilla, como un mono, para poder decir:
-Yo más, papá, estoy más alto y más cerca.
Con los años me fui acostumbrando, dejé de darle importancia, y eso le volvió más envidioso. Si yo volvía con las rodillas desolladas, él además había perdido la piel de sus codos; si y traía a dos amigos a jugar al Monopoly, él se traía a media docena. Mi subconsciente pudo guiarme a que escogiera el boxeo como deporte en mi adolescencia, quién sabe, Perdí dos dientes y me rompieron la nariz; y tuve que someterme a dos operaciones de cirugía estética para solucionar el problema. Mi hermano siguió mis pasos, pero tuvo más suerte, a él no le rompieron nada; sin embargo, también pasó por el quirófano. Ahora tiene más pecho que yo, unas caderas mucho más femeninas y unos glúteos más respingones. Ah! sí, y una naricilla más respingona, sí, mucho más bonita que la mía. Y vive mucho más tranquilo convertido en la mujer más masculina que jamás he visto.
Texto: Paloma Hidalgo Díez
Narración: La Voz Silenciosa
Más relatos "Con un par de narices", aquí

13 comentarios:

  1. jajajaaja. Hilarante sin caer en el chiste fácil. Muy buen texto, Paloma!

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  2. Me haces reír Paloma y además hilas divinamente.

    Un besote

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  3. Es para desesperar ese "Y yo más". Claro que también el "Y tú más" tan de moda estos días...

    Besos desde el aire

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  4. Me ratifico en los comentarios anteriores, es un texto impecable, tal como nos tienes acostumbrados...

    Felicidades
    Besicos

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  5. Es probable que alguien se pudiera sentir retratado... Muy probable.

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  6. Hasta dónde puede llegar la envidia!!
    Hay que tener... narices!
    Muy bueno

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  7. Ay, que sigo siendo yo la que hace los comentarios bajo el nombre de La Esfera. Si es que soy una usurpadora, como Robert Baratheon!

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  8. Me ha gustado Paloma, esa envidia fraternal que se alarga más allá de la niñez y que se va por unos derroteros inesperados. Enhorabuena.

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  9. Paloma, me ha encantado, muy, muy divertido. Tiene un final sorprendente que no cae en el chiste y mira, si el muchacho es feliz, pues mejor que mejor, qué narices. Un abrazo.

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  10. divertido y con su punto de realidad, hay muchos: Y yo más por el mundo.

    Besitos

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  11. Ja, ja, ja. Muy divertido. Ay! las envidias....

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  12. Jeje, la lectura transcurre pausada y no se espera ese giro. Un hermano de narices. Y la voz de la narración engrandece el texto. Suerte.

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