20 octubre, 2013

¿Qué eres? ¿un blogger, un escritor, un periodista, un formador...?

Los lectores suelen confundir a los bloggers con periodistas y viceversa. También se da el caso que los confunden con escritores y también de forma viceversa.
En alguna ocasión se me ha tachado de que mis entradas son parciales, en otras sensacionalistas y no ha faltado el calificativo de provocadoras y no les falta a esos comentaristas cierta razón.


Un blogger no le puede caer bien a todo el mundo. 
Se enfrenta a sus seguidores y a quien no comparte sus ideas. 
Para entrar en matera diré que ayer presencié la actuación de un guitarrista inerte, muerto. Tomó la guitarra y no la hizo llorar, gritar, gemir, reír, ni suplicar... Interpretó unas piezas musicales monótonas, homogéneas, que parecían gemelas. No me produjo ni frío ni calor. Eso sí, su técnica fue correctísima, pero necesité que le pegara a la guitarra, que la maltratara, ¡que la follara! si me permiten la expresión. Que pusiera algo de alma, que me brindara su propia versión de los temas. Todo lo que interpretó sonó a correcto, pero transgénico y sin vida.

¿Pero qué es un blogger?
Pienso que ya quedó claro en una entrada anterior que escribí titulada “Diferencias entre un escritor y un blogger”, pero vamos a darle algún nuevo matiz.

Personalmente cuando escribo como blogger pretendo

escribir mi punto de vista, compartir mis conocimientos y posicionarme (mojarme) sobre lo que escribo. Yo no soy periodista, ni pretendo serlo. Ese espacio debería estar acotado a los profesionales. Yo no quiero escribir y estar sujeto a las cinco W periodísticas. Cuando escribo como blogger quiero provocar debate, buscar aliados en las ideas, abrir nuevos caminos de pensamiento y trabajo... Otra cosa es que lo consiga.

Los lectores cuando siguen a un blogger o lo leen, saben que es su punto de vista, parcial en muchos casos y es lo que buscan. Para encontrar imparcialidad existen los periódicos, aunque ya sabemos que tampoco la tienen. También a un blogger se le sigue para adquirir el conocimiento que comparte. Existen de muchas materias: marketing, economía, moda, gastronomía... y de lo más inimaginable.


Pero tengo claro que lo que no le puede faltar a un blogger es el compromiso y la honestidad con sus lectores. Debe aceptar y pedir disculpas cuando se equivoca, que serán muchas veces. Ello lo hace más cercano y el lector y sus seguidores lo valorarán mucho. En ocasiones revelar tus puntos débiles te aporta credibilidad. No lo podemos saber todo.

¿Y cuando escribo como escritor? 

Esto es harina de otro costal. Ahí me puedo permitir ser mentiroso, engañar y no ser fiel a mis principios. Los escritores somos los mayores mentirosos que existimos. Es lo que mejor tenemos que hacer. Podemos cambiar de equipo de fútbol, de sexo, de ideas políticas, ser cómplices de un asesinato y de cualquier cosa. Pero lo que no nos está permito es escribir mal y sin oficio. Al blogger se le puede dar una pequeña licencia en este sentido, pues lo fundamental no es la estética lingüística, sino el fondo del mensaje y los conocimientos e ideas que comparte.

Como blogger no le puedes caer bien a todo el mundo, es algo que debes asumir. Y muy importante es aceptar las críticas y los comentarios. Disfrutar de las opiniones de los lectores, que aunque estén en las antípodas de las tuyas, te sirvan para reflexionar sobre tu posición.

La verdad absoluta ya sabemos que no existe. ¿O sí...?
  • Por cierto, en ocasiones, lo reconozco, utilizo títulos en la entradas que pueden parecer sensacionalistas, pero lo que pretende un blogger es que te lean y este mar de internet es muy grande y muy frío. 
Hasta el próximo Editorial del domingo. Nos leemos.
Artículo: Francisco Concepción

7 comentarios:

  1. Te comento ya que si no lo voy dejando y llego demasiado tarde.

    Yo tengo tendencia a no incluirme en nada, de hecho, hasta hace unos días en que vi que me mencionaban en twitter como a "un blogero al que seguirle la pista", ni siquiera me consideraba como tal. Ese simple tuit me despertó de mi letargo y de mi manía de no etiquetarme en nada ni de nada, porque efectivamente soy un blogger. Si como bloguero gusto o no, es lo de menos, porque simplemente la satisfacción que me produce mi blog esta por encima de todo.

    Volviendo a tu entrada. Creo que lo de ser uno mismo y decir lo que piensas, aun a riesgo de no complacer a todo el mundo, es un síntoma de ser un buen blogger o al menos uno con personalidad. Yo estoy harto de la cultura del quedabiennismo que se practica en un montón de sitios.

    A raíz de lo que comentas de los títulos de las entradas, creo que es algo importantísimo poner un título acertado. A mi a veces me lleva muchísimo tiempo decidirme por los títulos de mis entradas (y mira que son sencillitos)pero es que a no ser que tengas detrás una legión de seguidores incondicionales, llamar la atención es fundamental para viralizar un poco los contenidos por las redes sociales.

    Te dejo, que estoy preparando algo que creo que puede gustar (a ver si acierto con un buen título).

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  2. Yo estoy en el mundo de los blogs casi desde el principio y he visto cómo ha evolucionado el tema. En aquellos primeros momentos el debate era muy distinto a lo que es hoy en día. Los bloggers estaban empezando a existir, todavía no había mucha información al respecto, y ser blogger era poco menos que un escritor incapaz de publicar en papel, no tanto libros como en revistas y prensa especializada. Con esa idea en mente, durante muchos años me negué a ser considerado un blogger. Afortunadamente la cuestión ha cambiado, y mucho. Hoy en día y cada vez más se ven como dos facetas al mismo nivel, distintas, con algunos puntos de coincidencia y otros no. Ahora no tengo ningún problema en considerarme blogger y desde que lo hago me va mucho mejor: escribo con más frecuencia, llego cada vez a más gente y estoy más contento con mi criaturita. El sensasionalismo en sus dosis justas, manteniendo siempre un punto de honestidad, es una de las grandes virtudes de todo buen blogger. Un saludo.

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  3. Creo que para ser un buen blogger hay que tener algo que decir y sinceridad y confianza en uno mismo para decirlo. Y originalidad.
    Pero, bueno, todo esto ya está dicho.

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  4. Estoy de acuerdo contigo, un blogger ante todo ha de ser honesto y defender lo que piensa, precisamente por eso ha podido crecer este mundo, además ha de arriesgar, desde arte a un click lo ponemos en práctica cada día y esperamos que la gente que nos sigue se implique, y se arriesgue con nosotros.
    Saludos.

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  5. Yo diría que quien escribe, quien dedica realmente buena parte de su tiempo a ello, es escritor. Luego, puede ser un buen escritor o un mal escritor. Más allá de que sea periodista, poeta, se dedique a la narrativa, a la fontanería, tenga dos másters o haya salido de la selva con una máquina de escribir... La lluvia de etiquetas es agotadora, los hay que tienen mucho de lo que presumir (soy tal, soy cual) y luego nada que decir

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  6. David, creo que llevas poco en este mundo, pero has entrado por la puerta grande. Te estás haciendo un importante hueco. Coincido contigo, el “quedabiennismo” llega a empalagar.

    Alejandro Gamero tengo que decir que tu si que eres un blogger de altura. Sigo desde hace meses tu entradas. Altamente recomendables y curradas.

    Ana, sin duda. Se me pasó por alto. Un blogger tienen que tener algo que decir y algo que comentar. Aunque algunos viven de los refritos de contenidos y tienen éxito.

    Mila, la honestidad es algo que captan los lectores inmediatamente. Bienvenida a La Esfera.

    Jordim, no existe mayor verdad que “el que escribe es escritor”. Bueno o malo. Pero como escritor puede ser poeta, guionista, blogger o periodista... Un médico es un médico, pero poco tiene que ver un traumatólogo con un alergólogo, así lo veo yo. Gracias por comentar.

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  7. Cada día tengo más claro que no soy blogger, que soy de los que he pretendido usar el blog como un pequeño altavoz de mis letras de escribidor.

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